Anatema de Otoño

Cortaron los últimos resabios de vida de los árboles. No los dejaron morirse a su tiempo, tranquilos, dejándose llevar por el viento y la lluvia. No me dejan a mí triturar sus restos, hacerlos crujir contra la tierra, para acercarlos de nuevo al polvo, a sus raíces.

Las calles limpias, vacías, con vidas podadas. Al principio me costó notar qué era lo que faltaba. Las hojas, los árboles. Su otoño. Dónde se esconderán los pájaros ahora. A quién acariciará el viento. A la gente que lo evita. Que evita que las hojas caigan, cortándolas antes de que terminen su vida.