Todos estábamos allí, como estatuas, inmóviles... esperando... esperando que el escultor nos permitiera movernos... y por mientras, mirábamos. Pero sólo hasta dónde el límite de nuestras órbitas, de la pequeña cuenca de nuestros ojos, podía llegar.
No podíamos voltear la cabeza y mirar hacia otro lado. Estábamos condicionados en ese punto de vista. Pero una de las cabezas, con la ayuda de todo su cuerpo y mente, logró salirse de su estructura metálica y rígida, y pudo mirar hacia otros lados.
Pero, llegó el escultor, como siempre, y enojado al ver que su obra no seguía el camino que él quería, la rompió. La dejó hecha pedazos que luego reutilizó para reconstruirla. Ahora todos los pedazos cumplían otra función, ya no estaban en el mismo lugar, todo era confusión... y tuvieron que empezar a sentir de nuevo.
El ímpetu por una mirada más amplia hizo que luego de un tiempo lograra de nuevo mover la cabeza. Pero como siempre... el escultor volvió...
09 noviembre, 2006
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1 comentario:
Pequeño saltamontes!! Esta cosa nos va ta transformar en unas superñoñonerds... blogadictas... pero q importa... la tesis es para marzo así q posteo y posteo y crearé mi próximo tema de café concert!!
Ahhh sube el cuento de las 100 palabras, pq es muy lindo, el del partido de fútbol...
Bueno pequeña... nos bloggeamos
adiós
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