12 marzo, 2007

Así, a propósito de nada, le pregunté:
-Y qué pasa si un día ya no me quedan palabras y ya no hay nada que pueda decir…
-Pero, si ya no hay nada que se pueda decir a nadie.
-No sé si eso es bueno o malo.
-Quizás ninguna de las anteriores.
-Quizás ninguna…vale la pena…
-En realidad, yo aún quería escuchar algunas, pero supe que decírmelas a mí mismo no iba a funcionar.

Se sube un padre con su hijo que entusiasmado pregunta al chófer:
-¿esta micro va a Felicilandia?

Yo me sonreí con ternura, la máxima que se puede expresar a nuestra edad, al menos.
Y él me respondió con una sonrisa irónica:
-Ahí es cuando todavía no sabes que después de que te dicen que sí, tienes que pagar el pasaje, después de todo nadie te lleva a ninguna parte gratis…
-Pero sí, a mí me han llevado…
-¿gratis?
-Sí…¿de qué estamos hablando?
-Claro.

Insultos gratuitos nada raro en estos días, dicen que las cosas que odias en los demás son las que odias en ti mismo. ¿Lo dicen? Lo escuché por ahí y aparece recurrentemente en mi mente. Ahora que estoy resintiendo un poco los comentarios de mi amigo, no será que odio en parte que alguien pueda ser tan pesimista. Tan pesimista como yo. Al fin y al cabo somos todos iguales, igual de no especiales o especiales, da lo mismo, sólo retórica y vocabulario.
Aunque si lo piensas bien en las tumbas al final también te conviertes en palabras. Aprovechando el silencio incómodo, sigo la amena conversación.
- oye…y cuando te mueras ¿Qué quieres que diga tu epitafio?
-…mmm la verdad es que no sé, no lo he pensado, además no quiero que me entierren, me da claustrofobia, prefiero que me cremen o quemen o lo que sea…
-creo que es cremar el verbo…
-ah, bueno. ¿y tú?
-…(tarareo la canción y en tono de broma digo) ¡Confusion! will be my epitaph…
Al parecer no es captado por mi interlocutor, que mirando atentamente al niño, casi con rencor, me responde escuetamente.
-Ah.

Qué desperdicio de broma pienso yo, si era moderadamente mala.
Definitivamente emprendo la retirada con las palabras.
Me paro y desde la vereda le hago un gesto de adiós con la mano, al que responde más animosamente el niño desconocido que mi propio amigo. Debe ser porque él va a felicilandia pienso yo, mientras sigo caminando y en mi cabeza siguen apareciendo palabras As I crawl a cracked and broken path...If we make it we can all sit back...And laugh...But I fear tomorrow Ill be crying...



(***La canción mencionada es de King Crimson y dice "confuisón será mi epitafio. Mientras me arrastro por un camino agrietado y quebrado...si lo hacemos podemos sentarnos...y reir...pero temo que mañana estaré llorando...-o algo así***)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Weena Franny.... una de las mejores cosas que te he leido. En serio me gusto harto, te salen bien los ninos chicos, como a Salinger.

Dany dijo...

Ah,mi no saber esa canción, mi no saber ingles y no captar broma...lo de las palabras ser un tema para mi, porque no abundan ni en mi mente ni en mi hablar...
(fuera de: "mi ser tarzan, despúes d una bomba nuclear) en circunstancias asi, "mejor no hablar,de ciertas cosas"....se necesita feeling para entablar diálogos comunicativos o asertivos, porque ciertas resistencias hacia el otro se ven superadas y de pronto te ves diciendo más de lo conveniente, un vaiven de palabras que a lo mejor carecen de sentido total, pero que comunican más que aquellas pensadas y rebuscadas dentro de una conversación sin feeling. Por eso mi prescripción es ser antisocial...( traducción y explicaciones en el segundo disco, disponible en subtitulos en danés),
Att.
Dr. APS (adicta a los puntos suspensivos), miembro activo de depresivos anónimos,melancólicos anónimos y bipolares anónimos. (adjunta cartola de inscripción).

Francisca dijo...

jajaj gracias por los comentarios...

y Dani, es cierto, debería haber puesto la reseña y la traducción...así q eso haré ahora...y en verdad no es muy chistoso.
Ah! y definitivamente me uno a las adictas de los puntos suspensivos... jajaj

Pame dijo...

Pequeño saltamontes, ese amigo se me hizo familiar... de ahí hablaremos de eso!

Es una lástima eso de las bromas desperdiciadas... sobretodo cuando no pueden oírse a causa del abundante ruido y cuando te dicen "cómo", ya ha pasado su tiempo...

Ahora que recuerdo una vez también me quedé sin palabras, ahora lo único que hago es ocupar las que he reciclado, palabras manoseadas ( como dicen por ahí ), recauchadas, parchadas de todas las heridas que han sufrido al dar bote en muchas ocasiones... pero es la verdad.

Creo que a causa del astigmatismo confundí también la micro a felicilandia con la 666, pero conste, que no era mi intención.

Saludos pequeña, el Polito pegó un narizaso en mi puerta e irrumpió en mi biodomo... iré a fastidiarlo.

Paulina dijo...

Yo he ido a felicilandia. Hay q pagar entrada. Para todo.

Paulina dijo...

ooo yo te poestie pero no me publicaste. al cabo q ni quería. Y tanta cosa tambien po.

Francisca dijo...

noo pauli! no te enojes....es que no lo habia visto....no me mostró cartelito nuevo el gmail.

ahi si funcionó!