28 febrero, 2011

Amaneceres

Podríamos llegar a entumecernos
Esperando a que algo pase

Porque nadie bota los frutos de los árboles
Pero igual se caen

Y si nadie te busca
¿aún así estás perdido?

Estás alegre y eres triste
O eras alegre y ya no existes
Estoy triste

Siempre caminamos como árboles
Sin pensar que un rayo podría tumbarnos

Es que hay tiempos, me dices tú, para decir las cosas.

Luego, ya pasó y hay cosas que nunca se dirán en ese momento. Me lo dices tú. O lo pensaba yo, en este momento.

En este momento en que las sombras son curiosas, escuchamos pasos de gente a lo lejos, las sombras se mueven como si no supieran que las observamos detenidamente. Y las palabras vuelan entre las sombras pero no logro atraparlas ni con un suspiro. El pajarístico se me ha olvidado, y ya no tengo gato con quien hablar. Mirar las sombras me parece atractivo, pero no quiero abrumarte, las luces se mueven y las sombras desaparecen. Yo sé que puedo esperar a que amanezca, pero temo que junto con la oscuridad te desvanezcas tú.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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