Tenía ese sabor a sangre en su boca
Sabor a fierro con un toque de amargura,
recordándole que sus heridas no sanaron sólo con pegarle a alguien
o a algo
Quizás era sólo rabia acumulada
mal canalizada
Tenía ganas de gritar y no pudo abrir la boca
se le desgarraría todo por dentro
Y lo que menos quiere ahora
es más dolor
28 mayo, 2008
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1 comentario:
Así es... cierto que la sangre tiene sabor a fierro?, aquí ya sabe un poco a óxido igual .... hummm
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